miércoles, 3 de octubre de 2007

Seguimos con la proactividad a cuestas


Como ya sabeis, seguimos inmersos en la campaña esa para que seamos proactivos en todas las llamadas, es decir, que tenemos que ofrecerle algo al cliente, aunque éste nos está gritando o esté preguntando que qué hay de su baja o cosas que ya sabeis todos...
Bueno, a lo que íbamos, como coincida que en una llamada te esten haciendo una escucha y no ofrezcas, sea por el motivo que sea, se te suma un minipunto negativo, éstos, parece ser que los vamos acumulando en un bote, y cuando juntamos los suficientes nos premian con un viaje con todos los gastos pagados hasta el despacho de los bosses, una vez allí se nos echa un pequeño rapapolvo para que no lo hagamos más (lo de no ofrecer, me imagino) y de vuelta a nuestro cubículo a pillar más llamadas. ¡Pero no se vayan todavía, aun hay más! Parece ser que si te obsequian con los suficientes viajes hasta el despacho, acumulas los puntos sufucientes para que te paguen el viaje de ida hasta la oficina del INEM, aunque este hecho no está del todo confirmado, así que si alguien sabe si esto es cierto, por favor, nos lo haga saber.

Personalmete, nosotros, en este blog, creemos que lo de las escuchas es un sistema un poco injusto, ya que las personas que las llevan a cabo, sólo tienen una casilla en la que deben poner si hemos ofrecido en la llamada o no, lo cual, como todos sabeis es injusto ya que no se puede valorar si en la llamada ha habido oportunidad de ofrecer o no, si vosotros creeis que es injusta es forma de valoración, os rogamos que nos lo hagais saber por medio de vuestros comentarios, ya que supongo que si somos unos cuantos los que opinamos lo mismo, puede ser que se consiga algún cambio a la hora de valorar las llamadas, es decir, si el cliente nos está montando un pollo porque aun no le han dado la baja del servicio telefónico no creo que sea plan ofrecerle el alta en ADSL, ¿no?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de la proactividad, y prácticamente todas las demás exigencias, son cosa de Telefónica. Sykes sólo hace lo que le piden los verdaderos jefes de todo el tinglado, porque si no no cobran. Telefónica tiene unos estándares para medir la calidad y productividad que a veces distorsionan la realidad. Simplemente quieren que haf¡gas lo que ellos dicen y si lo haces todo va bien, por muy ridículo que sea. Todo se basa en estudios y estadísticas a gran escala que deshumanizan el trabajo.